Category: APH , Primer Respondiente , Primeros Auxilios
Para que los procedimientos de trasporte y traslado sean adecuados es indispensable tener en cuenta que siempre deben transportar a la víctima en la posición correcta y en las mejores condiciones con el fin de disminuir el dolor y el malestar al lesionado, brindarle comodidad, bienestar y tranquilidad e indiscutiblemente prevenir el agravamiento de las lesiones que ya están presentes y la aparición de nuevas lesiones. Se hace entonces necesario para poder cumplir los objetivos anteriormente trazados que los auxiliadores conozcan las diferentes técnicas existentes para que, de acuerdo con los requerimientos particulares de cada situación, puedan seleccionar aquellas que sean las más apropiadas.
Del mismo modo en que se busca prevenir la aparición de nuevas lesiones en la víctima a quién se está movilizando, debe prestarse especial atención a la prevención de lesiones asociadas en el auxiliador, pues bajo ninguna circunstancia se acepta el hecho de que el proceso de atención asistencial traiga consigo efectos nocivos sobre el socorredor o prestador. La prevención de lesiones asociadas a los desplazamientos de pacientes parte de un conocimiento básico acerca de la mecánica corporal y de las posibles lesiones que pueden presentarse, para llegar a unos aspectos técnicos específicos que han sido desarrollados procurando la mayor eficiacia en el traslado de pacientes al tiempo que se minimiza el riesgo de lesiones en el auxiliador, si se emplean de forma correcta.
PRECAUCIONES QUE DEBE TENER EL AUXILIADOR
Mecánica Corporal: Es la forma en que se dá el movimiento del cuerpo y se conserva el equilibrio mediante la utilización adecuada, eficiente y coordinada de todas sus partes.
Mantener el cuerpo en posiciones correctas ayuda a proteger todas sus partes. En el contexto de los traslados y los transportes cobra especial atención la espalda, su posición y su movilización y la manera correcta de utilizar su estructura en actividades que requieren esfuerzos. Los músculos de la espalda permiten que ésta se adapte a diferentes situaciones para mantener el equilibrio; estos músculos no están diseñados para usarlos levantando objetos pesados, pues ésta función le pertenece a los músculos de los brazos y las piernas. La utilización incorrecta de las estructuras del tronco y específicamente de la columna vertebral y las estructuras perivertebrales puede desencadenar la presentación de lesiones significativas en ligamentos, músculos, vértebras, discos intervertebrales y nervios, lesiones que suelen ser bastante incapacitantes y que pueden eventualmente tornarse crónicas o ser irreversibles.
Para prevenir estas lesiones debe recordarse:
Estando en pie:
- Mantener los pies planos y firmes sobre el piso y separados a la misma distancia de los hombros.
- SIEMPRE debe mantenerse la espalda totalmente recta.
Los brazos deben mantenerse a los lados del cuerpo. - Deben contraerse los músculos del abdomen en la misma proporción o intensidad en la que se contraen los de la espalda.
- Los pies deben permanecer planos y firmes sobre el piso y separados una distancia que permita mantener un buen equilibrio.
- SIEMPRE se debe caminar con la espalda totalmente recta.
- Si está ayudando a alguien a caminar, puede pasar uno de sus brazos alrededor de la espalda de la persona; tenga su otro brazo listo para ayudar en caso de necesitarlo.
- Los pies deben estar separados al mismo nivel de los hombros y firmemente apoyados sobre el piso.
- SIEMPRE debe mantenerse la espalda recta.
- Nunca deben levantarse sin ayuda pesos mayores de 60 Lb (30 Kg)
- Al agacharse a recoger el objeto, la flexión debe hacerse en las rodillas. NO debe flexionarse la cintura.
- El objeto debe sostenerse poniendo las manos alrededor de él.
- Con las rodillas flexionadas y la espalda recta, debe levantarse el objeto utilizando los músculos de los brazos y piernas. NUNCA deben usarse los músculos de la espalda.
- Si el objeto es muy pesado, debe levantarse con la ayuda de una o varias personas.
- Debe mantenerse cerca al cuerpo. Entre mayor sea la distancia entre el objeto y el tronco, mayor será el esfuerzo que debe realizarse para sostenerlo.
- NO cargue cosas que son muy pesadas para usted.
- Siempre pida ayuda para mover objetos pesados.
- Los pies deben estar separados y firmes.
- El cuerpo debe doblarse para acercarse al objeto. Dóblese en las rodillas. Mantenga su espalda recta.
- Solicite ayuda si el objeto o la persona que usted está empujando o halando son muy pesados.
- Al levantar cualquier peso se debe aplicar la fuerza SIEMPRE con los brazos y las piernas, NUNCA con los músculos paravertebrales; para lograrlo SIEMPRE se debe mantener la columna lo más recta posible.
- Los pies deben estar separados (generalmente a la misma distancia de los hombros) para aumentar la base de sustentación y así mantener el equilibrio más eficientemente. Los brazos deben estar estirados completamente cuando la posición así lo exija.
- Todos los movimientos deben ser coordinados.
- El método de transporte se seleccionará de acuerdo con las necesidades específicas de la situación, las habilidades del auxiliador y su capacidad física, los recursos disponibles y la cantidad de auxiliadores presentes.
Ante todo, cualquier actuación de primer respondedor debe estar siempre enmarcada en los principios básicos y preceptos generales de la atención en primeros auxilios. La movilización de una víctima se realizará sólo en los casos en los que sea estrictamente necesaria y nunca se cambiará de sitio al accidentado antes de cerciorarse de su estado y haberle proporcionado los primeros cuidados, según sea necesario y posible. Un herido grave, no debe ser movilizado excepto por tres razones: para poderle aplicar los primeros auxilios; para evitar el agravamiento de sus heridas; y para protegerle de un nuevo accidente. Se debe mover el lesionado lo menos posible; cuando se pretenda moverlo, se debe hacerlo en bloque.
El grupo de personas involucrado en el trasporte debe tener un líder que imparta órdenes claras y coordine adecuadamente el desplazamiento. Por supuesto, esta persona debe ser escogida con anterioridad y no justo en el momento de iniciar el traslado.
Debe seleccionarse el método de transporte correcto, según las condiciones del paciente y los otros determinantes mencionados. Es necesario verificar continuamente la posición de transporte y el estado clínico de la víctima, incluyendo una vigilancia estrecha de los signos vitales.
En el momento de subir la víctima a la camilla, es ésta la que debe ir hacia el paciente y acomodarse a él, no al contrario. El paciente debe estar perfectamente bien asegurado a la camilla de acuerdo con las posibilidades. La camilla del paciente siempre debe ir con la cabecera hacia adelante indicando la dirección en que se marcha a menos que la inclinación del lugar sea superior a 30°. Se debe ser lo más delicado posible tanto para levantar como para descargar el paciente. El paciente debe estar protegido del frío, el calor y otras situaciones según el caso y de lesiones durante el transporte.
Cuando se va a subir o bajar escaleras, la camilla debe estar lo más horizontal posible, para esto el o los auxiliadores del extremo más bajo deben levantar la camilla hasta los hombros, en tanto los otros la mantienen a nivel de la cintura; esto se logra más eficientemente si los que llevan la camilla a nivel de la cintura soportan el mayor peso, es decir, el tronco del paciente, mientras los otros cargan las piernas, que son en teoría más livianas.
MÉTODOS DE TRASLADO
CON UN AUXILIADOR: es importante aclarar que el paciente no puede tener fracturas significativas (pelvis, tórax, columna, fémur entre otras.)
Nupcial: Cuando la víctima es de menor peso que el auxiliador. Si el auxiliador aborda a la víctima por su lado derecho, la abraza con la mano izquierda y esta la pasa por debajo de la axila izquierda del paciente y con ella toma por el antebrazo el miembro superior izquierdo de la víctima, Si la víctima está consciente se le pide que con su mano derecha abrace al auxiliador por detrás del cuello, si está inconsciente el auxiliador toma el brazo derecho de la víctima y lo ubica como si esta lo estuviera abrazando. Luego el auxiliador desliza su mano derecha por debajo de los muslos de la víctima abrazando ambos y la toma firmemente. Para levantarla lo hace en tres pasos, recordando siempre que debe mantener la columna derecha, realizando la fuerza con brazos y piernas. En el primer paso levanta a la víctima del suelo y la acerca un poco a su cuerpo, en el segundo paso simula sentarla sobre la rodilla que el auxiliador tenga flexionada y apoyada contra el piso y el tercer paso el auxiliador toma la posición bípeda levantando completamente a la víctima en sus brazos y comienza a desplazarse. Para descender a la víctima lo hace exactamente con los mismos pasos, pero con el orden invertido.
Caballito: cuando el peso del auxiliador es igual al del lesionado. Puede usarse si el paciente esta consciente y si puede sostenerse sobre la espalda del socorrista. Al emplear este método, siempre trate de enganchar las manos del lesionado para dar más seguridad en el traslado.
Arrastre: Se utilizan cuando es necesario retirar una víctima del área del peligro, a una distancia no mayor de 10 metros y cuando el auxiliador se encuentra solo. No debe utilizarse cuando el terreno sea desigual o irregular (piedras, vidrios, escaleras). Coloque los brazos cruzados de la víctima sobre el tórax. Sitúese detrás de la cabeza y colóquele sus brazos por debajo de los hombros sosteniéndole con ellos el cuello y la cabeza. Arrástrela por el piso. Si la victima tiene un abrigo o chaqueta, desabroche y ha le de él hacia atrás de forma que la cabeza descanse sobre la prenda. Arrástrela por el piso, agarrando los extremos de la prenda de vestir (abrigo, chaqueta o camisa).
Abrazo del Oso: Muy útil si en el recinto hay acumulación de gas o humo. Si la víctima está consciente y no puede movilizarse, arrodíllese y pídale que pase los brazos alrededor de su cuello o de la parte posterior superior de su espalda, entrelazando las manos fuertemente. Si está inconsciente, sujétele las manos con una venda a la altura de las muñecas y realice el mismo procedimiento. Cuando la víctima este en esta posición, comience a avanzar cuidadosamente, arrastrando a la víctima hasta el lugar cercano más seguro donde pueda brindarle la atención que necesite. Si la víctima es muy grande usted puede usar el arrastre de los pies, asegurándose que la cabeza de la víctima no se lesione con un terreno desigual o irregular.
Otros: Metralla.
CON DOS AUXILIADORES
Otros: Metralla con dos auxiliadores.
MAS DE TRES A UXILIADORES
Bloque: se utiliza para lesiones de columna o pelvis. Lo indicado es movilizar entre 6 a 8 socorristas para lograr mantener una posición alineada neutral. En este es fundamental coordinar muy bien el avance. El levante de la víctima debe realizarse en tres fases. La primera se lleva del piso a las rodillas de los auxiliadores (sobre la rodilla izquierda que esta flexionada y apoyada en el piso; la rodilla derecha va flexionada a tierra); en la segunda la víctima se acerca al pecho de los auxiliadores y en la tercera los auxiliadores se ponen en pie y comienzan a desplazarse coordinadamente.
TRASPORTE CON CAMILLA
IMPROVISADAS
Es muy fácil improvisar una camilla si se consideran los principios generales de su construcción. Las camillas son medios de transporte que brindan gran ayuda tanto para los auxiliadores como para quienes son auxiliados. Son de gran utilidad para distancias cortas. Para este propósito pueden usarse puertas, tablas, ventanas, 6'8 vendas triangulares, y otros métodos según la creatividad y la capacidad de improvisación con la que cuenten los auxiliadores, por ejemplo:
Sacos o chaquetas: se extienden dos abrigos con sus mangas invertidas y las espaldas sobre el piso. Se pasa un palo o vara por cada una de las mangas sobre las cuales se abotonan o cierran los abrigos.
Sábanas o mantas: los palos o varas se disponen los lados de la manta, que ha sido colocada previamente debajo del paciente.
PREDISEÑADAS
Plegable, de lona o furley: son fuertes económicas y fáciles de doblar, guardar y utilizar. Se guardan y se transportan cerradas, para ello los travesaños se doblan en sus puntos de unión. Mide 60 cm de ancho y 2mts de largo aproximadamente.
Dorsal: ideal para transporte de lesionados de columna y pelvis por ser rígida y de un diámetro amplio que permite al socorrista el agarrarla firmemente.
Dorsal media: características similares de la dorsal, pero sólo con la mitad de su longitud, lo que permite la hace ideal para hacer rescates vehiculares.
Miller: rígida, lo que la hace de elección para lesiones de columna y pelvis pero son muy angostas haciendo el transporte un poco incómodo.
Cuchara o scoop: es de gran utilidad en caso de politraumatizados, el paciente no tiene que ser molestado para ubicar la camilla debajo de él.
Rodante: útiles para ambulancias.
MANEJO DE LA CAMILLA
Las camillas comunes se llevan siempre cerradas y deben prepararse para su uso cuando se lleguen a necesitar lo cual incluye:
1. Manera de abrirla: las correas se desabrochas y las bandas se quitan y colocan en el piso. Los postres se separan y los travesaños se enderezan.
2. Prueba: ya sea improvisada o no, todas las camillas deben probarse antes de usarse, dado que existe la posibilidad de alguna falla en ella. Esto puede realizarse poniendo una rodilla o un pie sobre la camilla y ejerciendo presión, pidiéndole a alguien presencial que se acueste y se levanta un poco del piso.
3. Maniobra de carga: es el método por el cual se coloca al paciente en la camilla. Recuerde que es la camilla quien va al lesionado. El lesionado se puede pasar mediante las técnicas de puente simple, longitudinal o hamaca.
4. Levante y marcha: el levante debe ser coordinado bajo una sola voz de mando, que será quien valla a la cabeza del lesionado. La marcha tambien debe ser coordinada según la dirección de la camilla.
5. Dirección: se recomienda para transportar en camilla que la cabeza del lesionado indique el sentido de la marcha, excepto cuando existan inclinaciones mayores a 30° (Ej.: bajando escaleras), en estos casos la cabeza va en sentido contrario.
TRANSPORTE EN VEHÍCULO
Las personas de un accidente, de preferencia deben ser transportadas en ambulancia, si no se dispone de ésta, se utiliza un vehículo ancho donde pueda ir acostada en el sobre una superficie firme (el suelo cubierto por una cobija o similar o camilla). Los vehículos pequeños son útiles para lesiones leves, donde la víctima pueden ir sentada.
TRANSPORTE DE PARTES AMPUTADAS
Lave el miembro amputado con solución salina y envuélvalo en gasa estéril o tela estéril humedecida con solución salina. Introduzca la parte amputada en una bolsa plástica, guante o condón y luego coloca ésta dentro de otra bolsa o recipiente con dos partes de agua o una de hielo, musgo o aserrín. Traslade junto con el paciente lo más pronto posible.